Se tambalea la vela y la nave se inclina. Un gobierno autoritario es lo que se vislumbra en Sinaloa.
Martes 7 de marzo de 2023.
Dijimos que se avecinaban tormentas y relámpagos. Los truenos empiezan a escucharse. La tempestad se anuncia ¿Habrá que sacar paraguas o dejar que el torrente caiga? Los sensores se han puesto y avisarán de los riesgos que se aproximan.
Las tribunas oficiales anuncian las acciones que se preparan. Esas voces dicen que mandarán al Congreso las reformas a las leyes orgánicas de las universidades autónomas. No interesa reformar a la Autónoma de Occidente y a la Indígena de México. Las baterías se dirigen a la Autónoma de Sinaloa.
La sentencia podrá dictarse, pero difícilmente podrá ejecutarse. El Congreso es un servil del Ejecutivo, aunque se molesten los dignos diputados. Como rebaño funcionan de manera ordenada y sin objeción alguna. El patrón ordena y la manada cabril se escucha balar.
La lucha legal podrá ser muy débil, pero tendrá que agotarse. El poder político del gobierno es una pieza que pesa pero podrá debilitarse. Hay confianza en los jueces aun cuando sabemos que no es fácil la respuesta que esperamos. La suspensión que pare la agresión infame. Aun así, la UAS espera que la tormenta pase.
No es la disputa legal lo que ha marcado el paso de la UAS en lucha. Son sus almas reflejadas en una comunidad que nadie quisiera dar el grito que la despierte. Sabe el gobierno que será difícil detener la marcha que se inicie una vez que la tormenta se desate.
Clama el Gobernador que nadie salga de sus aulas y que no desfilen por las calles. La súplica no se vale ante la tormenta desatada. La provocación está ofertada por quien manda en el gobierno, pero esa voz no es la que ordena en una comunidad universitaria agraviada.
Los contingentes de apresuran a proteger los muros. La autonomía es la seguridad que educa y la confianza en la calidad que forma. La corneta de ordenes se ha escuchado. La comunidad universitaria se apresta a defender su casa de la tempestad que azota.
Relámpagos y truenos no asustarán a los defensores de la autonomía y del gobierno universitario porque no es regalo del Estado sino un obsequio del creador de la norma superior a la que deberán obedecer.
Las puertas estarán abiertas, para dialogar si así lo quieren, con aquellos que iniciaron el conflicto. La reforma a la ley orgánica de la UAS solo los universitarios la podrán aprobar. No basta que el Congreso diga que tiene la potestad de legislar, porque en este caso, tendrá que obedecer el mandato superior que le impone la Constitución Federal.
El Gobernador se ha subido en su caballo, en la UAS el águila es la defensa. Se ha puesto la armadura de fierro y corre el riesgo de caer. Dice en su papiro que hizo llegar al Rector que deponga toda iniciativa y que no convoque a la rebelión.
No hay prisa para armar a los ejércitos, los relámpagos resplandecen en el universo rosalino. En cada uno con el brillo que despliegan se ve la imagen de Buelna alzando el puño y su fusil anunciando guerra. Ese granito de oro cuya voz de trueno se escucha en los pasillos y en los muros de la Institución que lo educó.
Un gobierno que se ha perdido en ideas y proyectos se apresta a invadir la Casa que enseña y educa a los hijos de las familias sinaloenses y muchos más de más allá de las fronteras del Estado. Sinaloa colisiona entre el autoritarismo gubernamental y el conocimiento, la educación y la cultura como valores esenciales en nuestra sociedad que siembra y riega la UAS.
La ANUIES y la CONTU se solidarizan, los Padres de Familia y los empresarios de Sinaloa se manifiestan en apoyo a la UAS ¿El conflicto escala ante un gobierno soberbio, autoritario y necio, que vendrá después?
¿Usted qué opina?
