ADMINISTRACIÓN GUBERNAMENTAL DESCOORDINADA


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La administración debe responder a la misión de servir con eficiencia, honestidad, con compromiso social y poder de mando, privilegiando la coordinación entre los titulares.

Viernes 27 de mayo de 2022.

El compromiso político es del gobernante en cualquiera de sus ordenes de gobierno. Quien encabeza un grupo de poder político y arriba a dirigir el gobierno, gratifica el apoyo recibido otorgando puestos a sus incondicionales o amigos, sin importar si son familia o compadres.

Las estructuras del poder gubernamental se entretejen poniendo en las posiciones más relevantes a los que nombra el Gobernador o a petición del funcionario que tenga más peso político e influencia en obtener el consentimiento del titular de la administración.

Es la segunda posición política quien de manera regular interviene para sugerir quienes pueden ser los funcionarios que acompañen al Gobernador en la responsabilidad gubernamental. En ocasiones, esa segunda posición, trasciende para posicionar a personas de su confianza y ampliar su red de control político en la administración.

Tiene razón el Gobernador cuando dice que hay secretarios de su administración que tienen congelados a los subsecretarios, directores y hasta jefes de departamento, motivo por el que tiene que remover a esos funcionarios que entorpecen el desarrollo de los trabajos en favor de la comunidad.

Su malestar, puede o no tener justificación. El Secretario debe tener autoridad política para proponer el nombramiento de sus subsecretarios al Gobernador, porque si el secretario no tiene esa facultad, lo más conveniente es no aceptar el cargo, porque tendría que trabajar con personas que no sean leales a su investidura y se corra el riesgo de que los acuerdos los lleve a cabo con su amigo el Gobernador. De lo contrario el funcionario se degrada y pierde autoridad en la administración.

El funcionario que llega a ocupar posiciones en el gobierno y que por su jerarquía debe coordinarse con el o la titular del área, pero que no ha sido designado por dicho titular, tiene que tolerar en ocasiones la indisciplina o la arrogancia del inferior solo por el hecho de que no lo podría remover por ser amigo o compadre o simplemente incondicional del Gobernador o de quien ocupe la segunda posición de jerarquía en la administración gubernamental.

Así no se puede trabajar. Aceptar posiciones sin poder de mando, es vergonzoso. Es indigno y es despreciable en la condición personal de quien acepta un cargo en esas condiciones.

Un Gobernador autoritario o sea el que no acepta que los secretarios, con algunas excepciones, designen a su personal o no son autorizados por él, mejor declinar cualquier invitación a trabajar así.

Se corre el riesgo además de que no haya coordinación entre los titulares de la administración, porque en ocasiones cuando se nombra al secretario, previamente le fue nombrado al demás personal de mando de la secretaría a su cargo y que sin conocerlo o no saber cuáles son sus formas de trabajar se tendrá que acomodar al nido que le formaron.

El chambista quiere figurar en la posición que lo pongan. Le importa estar cerca del Gobernador o aparecer en los medios informativos, aunque sus subordinados no pelen ningún cacahuate. Por eso la coordinación no funciona.

Si a un secretario le imponen un subsecretario que no da el rendimiento o a un director o jefe de departamento, se tendrá que buscar en otros servidores de la secretaría para que saquen la chamba. Por ello, el enojo del Gobernador no se justifica, porque se privilegia el compromiso político que resolver la demanda social comprometida.

¿Usted qué opina?


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