INSEGURIDAD Y LA INDIFERENCIA GUBERNAMENTAL


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México un País ridiculizado en el mundo por los bajos estándares de policía por millar de habitantes.

Jueves 10 de marzo de 2022.

La negativa sistemática de los gobiernos estatales y municipales de invertir en seguridad pública ha hecho crecer de manera irresponsable la criminalidad. Despreciar los estados de fuerza en los niveles recomendados por la Organización de las Naciones Unidas para países como el nuestro, debe ser materia de fuertes pronunciamientos por las organizaciones políticas y sociales. Otros compromisos impiden tener la policía que deberíamos tener.

Un estudio de la ONU arrojó que las Instituciones policiales deberían contar con un estado de fuerza de cuando menos 300 policías por cada 100 mil habitantes o sea tres policías por cada mil habitantes.

En México se cuentan aproximadamente 400 mil policías, para una población de poco más de 126 millones de habitantes, lo que le representa un promedio de 0.8 policías por millar de habitantes. Muy por debajo de los estándares recomendados por ese organismo de naciones.

El Gobernador del Estado al arribar al poder, reconoció el déficit escandaloso de policías en las corporaciones de seguridad pública. El número de policías por millar de habitantes en Sinaloa, que está muy por debajo del estándar internacional, no llega ni al 0.8 ¿Al finalizar su administración, Sinaloa contaría con un estado fuerza policial emparejado a dicha recomendación? 

La política de abrazos y no balazos, deprime mucho más la certidumbre ciudadana de que en ese nivel numérico de elementos de seguridad, difícilmente las condiciones de criminalidad existentes se podrán abatir.

Mucho dicen los que gobiernan que su mayor compromiso es desterrar la inseguridad y la impunidad. Sin embargo, una vez en el poder, lo que hacen es acercarse a las fuerzas armadas hacer alianzas con ellas y sacarlos a la calle a desfilar, hacer presencia y los criminales riéndose en sus caras.

Aun con los maquillajes que adornan la estadística criminal, falta a la verdad quien dice que los hechos han disminuido. Los homicidios, en efecto, han sido sustituidos en un buen número por levantones de personas y desaparecidas. Las familias de las víctimas desfilan en su búsqueda por la geografía estatal porque no hay autoridad que detenga al delincuente.

El feminicidio ha crecido, también es cierto. Es un tema que abanderan los colectivos de mujeres que exigen programas efectivos que prevengan la violencia en contra de las mujeres. Si lo exigen, es porque no hay programas para prevenir esos crímenes.

Nadie pone atención al robo de vehículos. Es un hecho que tiene en alerta a las empresas aseguradores. Las pólizas de siniestros de ese tipo se acumulan cada vez más y los costos se vuelven insostenibles. El valor de los seguros se eleva y no se hace nada por resolver ese delito.

La inseguridad es producto de la indiferencia gubernamental para solventar los estados de fuerza policiales. Seguiremos diciendo que la milicia no resolverá la demanda social de que la seguridad sea efectiva y duradera. La Guardia Nacional, es ineficaz y el soldado ha representado un fracaso en esa modalidad policial.

Es un imperativo voltear al municipio y fortalecer sus instituciones de seguridad pública. Los deprimentes estados de fuerza y los bajos estímulos salariales, contribuyen a fomentar la inseguridad y la impunidad criminal. El delincuente sonriente y cínico, los corrompe. La ventaja estará de su parte.

¿Usted qué opina?


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