Se acerca una fecha en la que la gran mayoría de los mexicanos nos toca celebrarla año con año. La navidad.

DICIEMBRE 22 DE 2023.

Cada familia se prepara con anticipación para que la noche el veinticuatro de diciembre sea plena de dicha y felicidad. Hay cena, bebidas y brindis. Hay discursos familiares en los que sus contenidos hacen resaltar las virtudes humanas, el amor fraterno y la solidaridad universal. Los círculos familiares y sociales se impregnan de ese espíritu religioso basados en una divinidad histórica. En la mayoría de las viviendas de la colonia y de la ciudad se siente el bullicio de una fiesta que tradicionalmente se distingue por ese colorido luminoso, por la compra de regalos y algún otro detalle que manifieste ese espíritu humanista.

En esos preparativos navideños tiene presencia una prestación laboral que surge precisamente para apoyar a los trabajadores y sus familias en hacer posible ese encuentro enriquecido de valores humanos y religiosos. El aguinaldo. Una prestación que tiene vigencia al final de cada año para apoyar a los trabajadores a solventar los gastos extraordinarios con motivo de la navidad.

Los patrones tienen presente la obligación cumplir con ese pago y lo programan con la debida oportunidad para entregarlo antes del día veinte de diciembre. Hay, sin embargo, algunas excepciones que por razones de tipo político dicha prestación se ve demorada por determinaciones absurdas y perversas.

Los preparativos para el pago del aguinaldo a los trabajadores al servicio de la Universidad Autónoma de Sinaloa se llevan a cabo ante las autoridades responsables de otorgar el subsidio a dicha Institución de Educación Superior, y hacer posible el pago de esa prestación

Los trámites para darle viabilidad a esa prestación no tendrían el mayor inconveniente porque el procedimiento de gestión es prácticamente rutinario anualmente y aunque por razones de formalidad burocrática se demora no llega a generar incertidumbre a los destinatarios de esa prestación.

2023, un año de defensa a la autonomía universitaria de la Universidad Autónoma de Sinaloa con motivo de un aborto legislativo denominado Ley de Educación Superior de Sinaloa, fue la causa de llegar a desenlaces peligrosos ante la burda actitud del Gobierno del Estado de obstaculizar hasta el último momento el arribo de los recursos destinados por la federación para pagar el aguinaldo a los trabajadores de la UAS.

Se llegó a momentos de alta tensión al grado de que el Rector de la Institución Rosalina les fijó un plazo improrrogable para que se entregara el dinero del aguinaldo ya que de lo contrario se llevaría a cabo una intensa campaña de difusión a través de Radio UAS y el uso de redes sociales para poner de manifiesto la negación del Gobierno del Estado de entretener perversamente el dinero destinado a los trabajadores de la UAS. El pago se realizó.

Falso fue que hayan estado bloqueadas las cuentas bancarias de la Universidad Autónoma de Sinaloa una andanada de mentiras que fueron difundidas por el Gobierno del Estado a través de los medios de comunicación al servicio del mismo y que son de sobra conocidos.

Ante la inminente denuncia pública que se llevaría a cabo por las autoridades universitarias de la postura política perversa de las autoridades estatales, cedieron de inmediato por ese término otorgado por la UAS a la detestable actitud gubernamental.

En este espacio de opinión y voces autorizadas de la Universidad Autónoma de Sinaloa, han informado oportunamente a la sociedad de Sinaloa y a la comunidad universitaria rosalina los motivos por los que año tras año se presenta este tipo de gestiones y de los cuales el propio Gobernador lo sabe muy bien como Rector que fue de la Casa de Estudios Rosalina.

La reflexión difícilmente llega a los fríos sentimientos de quienes dicen ser políticos. Cuando buscan el voto ciudadano, lo hacen con ofrecimientos que no habrán de cumplir y aún así la población ciegamente llega a la urna electoral y con su voto hace que arriben al poder gubernamental los que menos se preocupan por los derechos de los demás.

La persecución política del gobierno contra la UAS y sus autoridades de nuevo tuvo presencia en esta gestión del pago del aguinaldo. Son los coletazos agónicos de una autoridad que bien sabe que la Ley de Educación Superior y los procesos penales que dañan la autonomía universitaria habrán de caer ineludiblemente. Esos resultados están muy cerca.

La UAS no se toca, la autonomía universitaria se respeta.

¿Usted qué opina?