Los momentos agradables llegan al Estado, el Gobernador orgulloso de que dos equipos sinaloenses lleguen a la final deportiva en el beisbol invernal.
Viernes 20 de enero de 2023.
Los rivales Algodoneros de Guasave y Cañeros de Los Mochis, somos una potencia deportiva.
El deporte es un tónico refrescante para la muy deteriorada seguridad ciudadana después de los hechos del pasado cinco de enero con un segundo culiacanazo.
Las secuelas todavía se sienten, pero los aficionados al beisbol dejan atrás los ratos amargos para fundirse en las emociones del beisbol.
Como sinaloenses aplaudimos que dos equipos de la región hayan obtenido el boleto a la disputa de tan ansiado banderín. El Estado está en las notas locales, nacionales y en la zona del caribe, como una vigorosa zona beisbolera. Su afición demuestra que si bien le atemoriza la violencia, estos eventos de alegría expulsan los hurras con todo vigor.
Sinaloa, no es violencia, es mucho más que una bola de maleantes, no la verán arrodillada porque sus habitantes son gente trabajadora, gente que produce y ama las cosas positivas.
La violencia está porque el Estado quiere, que se preocupe por hacer las cosas bien y la seguridad será una realidad.
Pero no es ese escenario de temor lo que ahora nos anima, es ocuparnos por exaltar las emociones de que dos equipos sinaloenses de beisbol estén por disputar la final en donde el ganador llevará la bandera mexicana a tierras extranjeras.
Cualquiera de los que ahora riñen será un digno campeón.
Da gusto observar como la pasión deportiva se mezcla con los deberes gubernamentales. Por un lado, se despiertan fuertemente las emociones para disfrutar la fiesta beisbolera un deporte que identifica gratamente al pueblo sinaloense.
Por otro, un reposo a las tensiones propias que impone gobernar a un Estado estigmatizado por el narco.
Cerremos compromisos entre los ciudadanos que queremos el bienestar y la paz, dejemos de adular al que a todas luces participa en actividades delictivas, hay que retirar la mano a quien la tiende cuando sabemos que pueden tenerlas manchadas de sangre.
Basta de hacer apología del delito.
Educación, cultura, deporte, productividad empresarial, familias dedicadas al desarrollo solidario en sus casas y en sus trabajos, poniendo en alto la actitud humanista y hospitalaria del sinaloense.
Repudiemos que unos cuantos pongan de cabeza la tranquilidad estatal y maltraten la dignidad de los ciudadanos de bien.
La fiesta deportiva que vive Sinaloa es la premisa intermitente que nos saque de la depresión ocasionada por la violencia de los ángeles del mal.
Vayamos al estadio, gritemos y apoyemos al equipo de nuestras preferencias. Sinaloa será campeón.
La pasión deportiva que se vive, es la salud y la vida que corre por las venas de quienes aman el beisbol.
Una bolsa de cacahuates, una buena bolsa de churritos y un refresco en nuestras manos, nos llevará al olvido de esos recuerdos amargos que debemos sepultar.
¿Usted qué opina?