Días de incertidumbre y temor…!

 -Por José Angel Sánchez López-

Si nadie te garantiza el mañana el hoy se vuelve inmenso. CARLOS MONSIVÁIS

El mundo vive en estos momentos días de incertidumbre y temor por la invasión de Rusia a Ucrania que amenaza con convertirse en una tercera guerra mundial,

Sinaloa vive también días de incertidumbre y temor, no solo por lo que pueda ocurrir a nivel mundial sino por la amenaza de una nueva y terrible oleada de la pandemia de Covid-19 por la celebración masiva de las fiestas del carnaval autorizada y vigilada irresponsablemente.

La invasión de Ucrania ordenada por el Primer Ministro ruso Vladimir Putin ha recibido la condena de la mayoría de los países del mundo.

Muy pocos mandatarios no han elevado su voz de condena, entre ellos el nuestro.

Y pese a las voces que se levantan de todos los rincones del mundo, inclusive en su propio país, Putin no abandona su empeño de invadir por la fuerza a su vecino y además amenaza con desatar una guerra nuclear.

El “apoyo” a dos estados separatistas de Ucrania no es sino un pretexto de Putín para apoderarse de todo el país inmensamente rico en recursos naturales.

Días difíciles están llegando por ese conflicto y vienen peores reflejados por lo pronto en el encarecimiento de los productos derivados del petróleo.

Esto viene a agravar la economía de todos los hogares de México que ya de por si sufrían el encarecimiento de todos los productos básicos y de consumo necesario, con un ritmo de inflación como no ocurría en muchos años.

Si la prudencia no entra en la mente de Putín, si los llamados al cese de la invasión y respeto a los derechos ajenos no son atendidos pronto el mundo puede entrar en un caos trágico.

Pero acá en lo corto, en Sinaloa hay otra causa de la incertidumbre y el temor: los efectos del carnaval de Mazatlán en donde se antepuso el interés económico y político al interés por preservar la salud de la población.

Ya el pachanguero alcalde porteño Luis Guillermo “El Químico” Benitez ha festinado el “éxito” de las fiestas de carnestolendas.

Poco o nada le interesa lo demás.

El señor se dio el gustazo de encabezar los primeros metros del desfile del carnaval el domingo recibiendo aplausos, abucheos y mentadas de madre. Claro difundió en redes los primeros y se guardó los segundos…

Se anunciaron los protocolos de control para garantizar la prevención de la salud, los que fueron elaborados y propuestos no por la Secretaría de Salud sino por el alcalde como el mismo lo presumió.

Como lo advertimos en su oportunidad., los dispositivos y las medidas fueron insuficientes y hasta ridículas.

La gente. fiestera por naturaleza abrió las vallas y se metió a su gusto al malecón el domingo para ver el desfile.

Los 237 mil asistentes anunciados por la autoridad se quedaron cortos. El Ayuntamiento reconoció una asistencia de 237,632 cuando en realidad había mas de 300 mil a lo largo del malecón. Muchísimos niños y la inmensa mayoría de los presentes sin cubrebocas.

La sana distancia…? ¡Nada!

Para Olas Altas el aforo anunciado era de 40,000, pero la noche del lunes cuando se presentó “El Coyote” aquello era un maremágnum.

Ahí había por lo menos 50,000 o mas gentes apretujadas, bebiendo, cantando, gritando y empujándose porque bailar no se podía.

De todo lo anterior hay fotografías y videos que comprueban claramente lo que estamos señalando.

Pasó la fiesta. Se divirtieron.

El alcalde vivió sus momentos de gloria, fiesta y alcohol.

Ya pasó el jolgorio, ahora vienen las consecuencias.

Ojalá y estemos equivocados, pero esas fiestas fueron un verdadero reto a la muerte.

Lo que sigue en los próximos días es la incertidumbre y el temor….