El General y el Tlatoani…!

-Por José Angel Sánchez López-

No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto. Aristóteles

El discurso que el Secretario de la Defensa Nacional Gral. Luis Cresencio Sandoval González pronunció en la celebración del 20 de noviembre tuvo expresiones que lo sacaron del contexto oficial referente al aniversario del inicio de la revolución mexicana convirtiéndolo en mensaje de corte político. ajeno a la esencia del Ejército Mexicano.

Veamos: “Como mexicanos es necesario estar unidos en el proyecto de nación que está en marcha”, expresó y mas adelante insistió: “Como mexicanos, es necesario estar unidos en el proyecto”.

Un proyecto de nación producto de la mentalidad caprichosa de un presidente erigido en moderno Tlatoani. émulo de rey cuyos deseos son absolutos y no aceptan opiniones contrarias, sino únicamente sumisión absoluta.

Un proyecto de corte encaminado a implantar en México un régimen totalitario como los de Cuba y Venezuela, disfrazado de combate a la corrupción que ataca a los contrarios, protege y santifica a los corruptos que están con él, que son varios.

El mensaje sacudió a una buena parte de la nación y otro tanto a los altos mandos del Ejército que obedecen por mandato de la Ley que ordena del Presidente, que es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.

El Gral. Sandoval pasó por alto lo que dice la Ley de Disciplina del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana en su artículo 17: “queda estrictamente prohibido al militar en servicio activo, inmiscuirse en asuntos políticos, directa o indirectamente, salvo que disfrute de licencia que así se lo permita en términos de lo dispuesto por las leyes, así como pertenecer al estado eclesiástico o desempeñarse como ministro de cualquier culto religioso, sin que por ello pierda los derechos que le otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”

Y el General Secretario pronunció el discurso oficial de la conmemoración representando a las Fuerzas Armadas de México, no como ciudadano común, violando un precepto de asepsia política vigente desde 1917 al terminar la Revolución Mexicana y proclamarse la Constitución, lo que daba fin al caudillismo e iniciando la transformación institucional, no caprichosa ni individualista de México.

Quizá al General Secretario le ganó el agradecimiento por todo lo que el presidente le ha dado al Ejército, a ese Ejército que durante sus campañas gritaba que lo iba a sacar de las calles y regresar a los cuarteles.

Llegó por fin a la Presidencia y no lo regresó, al contrario, a una parte la convirtió en guardia nacional, otros segmentos se encargan de labores de las policías estatales y municipales, a otros mas los tiene de constructores y albañiles, de administradores, vistas y celadores aduanales, de guardias de puertos, etc.

Ahora, el Ejército ya controla aduanas y puertos, construye y operará el nuevo aeropuerto de Santa Lucía mas lo que se acumule que podrían ser otros aeropuertos y ferrocarriles.

También, el Ejército goza hoy de cuantiosos presupuestos, convertido en compañías constructoras que realizan las obras del nuevo aeropuerto, del tren maya, la refinería de Dos Bocas y otras también importantes.

Cuantiosos recursos de los que no hay cuentas públicas, menos de las que vienen con el decreto que dice no es decreto sino “acuerdo”, que declara que todas las obras de infraestructura que realice el gobierno federal son de seguridad nacional.

Con ello, no solo se obviarán trámites para autorizarlas, bastará con que el señor lo decida y… ¡a darle!

Y como serán de “seguridad nacional”, el velo del secreto que ocultará la corrupción las cubrirá pues no se hará público el manejo de esos recursos., que no serán pocos, ya son multimillonarios…!

Y la transparencia….?

Al carajo…!

Hay versiones de que tan solo en el aeropuerto de Santa Lucía de 966 contratos que se han otorgado por la SEDENA el 70% salieron sin licitación y en el 20% solo invitaron a tres empresas para concursar… entre ellas una de juegos infantiles que resultó “proveedora de tractocamiones” según en los documentos que presentó.

Ah! Y otra función; Gobernación ya no espía. Según ha trascendido el área de Inteligencia del Ejército ahora también vigila el trabajo de periodistas, medios de comunicación y da seguimiento a las opiniones favorables y desfavorables al gobierno.

Bueno, con tanta chamba y extraordinarios presupuestos, hay razón para que el General abogue públicamente por la cuarta transformación que pretende su Tlatoani.